Madrugada del domingo 17 de agosto de 1969, los planetas de la vía láctea se alinean bajo la casa de capricornio, formando una flecha cósmica que apunta con destino a la tierra en una misteriosa dirección: una granja en las afueras de New York. Las múltiples dimensiones del universo se superponen por primera vez en milenios, creando un portal intergaláctico. Este extraño fenómeno, esta anomalía que no predijo ni siquiera López Rega está llegando y pasará a la posteridad bajo el nombre de “Woodstock”.
Esta conjunción planetaria debe tener su correlato microcósmico para poder brindarle a la humanidad la certeza de 1000 años de paz y asegurar el dominio burgués cristiano. Los iluminatti lo sabían y junto a sus secuaces del Opus dei y del vaticano trazaron un plan tan perfecto como es humanamente posible trazar (es decir un plan bastante falible, y librado al azar cual boleta de telekino). Tomaron a uno de sus mejores hombres y lo prepararon durante años para ese momento, de hecho lo prepararon desde antes de su propio nacimiento.
El elegido: James Marshall Hendrix Fortabat, primer bebé de probeta. Concebido por los científicos del Opus Dei con semen del propio Zeus y un óvulo de la coca Sarli. Con un adn modificado para hacer su piel oscura como la tierra fértil y su cabello enrulado como el del mismísimo Diego. Este feto con destino de salvador de la humanidad es incubado durante nueve meses en el vientre alquilado de una acaudalada dama porteña.
James es entrenado de chico cual perro de Pavlov en diversas disciplinas: literatura, filosofía, feng-shui, adiestramiento de serpientes y por supuesto música. Hendrix debe cargar sobre su espalda la responsabilidad de ser un Mesías en tiempos del flower power, las píldoras anticonceptivas y Palito Ortega. Pero con el pasar de los años el negrito aprenderá a convivir con la presión (de hecho se muda a un monoambiente junto a su novia Mónica Presión). Para colmo no posee los superpoderes de otros grandes semidioses: no puede separar las aguas como moisés, no puede multiplicar panes ni peces, de hecho no puede multiplicar directamente, nunca termino primer grado, ni tampoco puede gambetear como Messi. Solo cuenta con un extraño talento para tocar la guitarra con los premolares. Pese a los contratiempos su preparación sigue, y los meses pasan como los técnicos en Racing. Con el correr del tiempo va forjando su personaje: acorta su nombre a Jimi, consigue ropa psicodélica en la feria de pichincha y unos cuantos seguidores y adeptos en bares londinenses.
Jimi haciendo un asado para la monada
El día esperado dobla la esquina y se presenta, Jimi está listo. Su misión es clara y simple: aprovechar la alineación planetaria, para abrir un poltergeist del que emergerá el salvador Jesús de Nazareth en su segunda venida. Jebus se encargará del resto, traerá del mas alla paz, esperanza, pelotas para los niños y muñecas para las nenas al mejor estilo Evita Perón.
Cuando el momento llega Jimi sube al escenario, el ritual es sencillo: debe mantener un Fa sostenido durante algunos minutos logrando así una conjunción mágica entre su instrumento y las cuerdas del universo (para mas datos vea el bolazo de la teoría de las cuerdas de Scherk y Schwuarz). Acto seguido debe invocar al espíritu de Jaga (el mismo que guía a Leon-O en los thundercats) quien abrirá el portal.
Pero aquí es donde surge el imprevisto: Segundos antes de iniciar Jimi el rito una mujerzuela del público pela las tetas. Sabido es que el Diablo suele vestirse de exhuberancia femenina… y vaya si lo hace bien! Jimi levanta la vista y la ve… se ciega…queda hipnotizado bajo la sombra del hechizo. Al carajo con el plan milenario, con el monótono fa# , con el portal intergaláctico, y las pelotas de mahoma. Jimi olvida su misión en la vida como quien olvida comprar pan cuando va al super. Ahora tiene un nuevo próposito: levantarse a la minita.
Agarra la guitarra y empieza a recorrer los trastes de la misma con una velocidad propia del mismisimo demonio, toca “Purple Haze” y la engancha con un cover de “La ventanita” del grupo sombras. El público delira, la minita se enloquece, Julio Grondona se guarda un vuelto, Eric Clapton se da cuenta que toda su vida va a ser segundo y los Iluminati quieren agarrar a trompadas a Jimi por cagador.
Entre tanto quilombo nadie se percata de que un portal se ha abierto…. Pero no es el esperado, no. Se abre un pórtico al mismísmo averno. Quienes vieron tocar a Jimi esa noche cuentan que estaba “..como poseído”, “hechizado”, “..hasta el orto de merca”, etc. Hoy haciendo un análisis de carbono 14 sobre sus restos vemos que tienen razón. El estudio indica que en ese momento Jimi fue poseído por 7 demonios: Belcebú, Lucifer, Mefistófeles, Ángel Sanchez, Daddy Yankee, Flavia Palmiero, y Tinelli.
En fin, no nos vayamos por las ramas de este bonsai literario. El meollo de la cuestión es que al abrirse el portal de las tinieblas, ánimas malignas y espíritus del mas bajo fondo se escurren en nuestro mundo. Entre estos espectros encontramos a Genghis Kahn, a Oliver Kahn, a Immanuel Kant, a Liu Kang, a Yes you can y a la mentira del fútbol menotista. Estos espíritus serán los responsables de los males que aquejaran a la humanidad durante los miles de años venideros. Serán los responsables de la guerra de los balcanes, del ascenso de una elite ecologista, del dengue, del super Mario Bross y también del acceso social y popular a Internet.
Esa es la verdadera historia, oculta hasta el día del hoy, pero traída a ustedes gracias a este esfuerzo conjunto de Cucarachas Intelectuales y Discovery Channel de cómo se fue el mundo a la mierda.
Muchos se preguntan que fue de la vida de jimi. Por supuesto contrajo una gran depresión por haberle fallado a sus padres, al opus dei y a la historia misma, pero superó esta crisis existencial con una mezcla de barbitúricos y Cepita de manzana. Deambuló unos años por el sur de los Estados Unidos y México, siempre ocultándose de un grupo de fanáticos religiosos que lo perseguían para tomar venganza.
Finalmente en 1970 su cuerpo es encontrado sin vida, muere asfixiado por su propio vómito. Algunos dicen que mediante un conjuro vertió parte de su alma en ese vómito y superó a la muerte convirtiéndose en la bacteria de la influenza H1N1. Otros afirman que su muerte no fue tal, solo un engaño como el de Elvis y el de Michael Jackson, y que ahora los 3 viven recluídos en una finca de Totoras, Santa Fé jugando al rummy y tejiendo a punto crochet.
Nosotros sabemos que esas suposiciones son solo el deseo de un pasado que no fué, y que aunque siguió respirando por algún tiempo más, la escencia de Jimi murió aquella madrugada de Woodstock. Aquella noche donde cambió la paz mundial por una teta.
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